27 de marzo de 2008

Promoción de Revista


Ya en algún post anterior de Moda que Mola confesé que soy una aficionada a las revistas. Y es así. ¡Lo confieso! Las revistas, sobretodo las de moda, son mi debilidad. No consigo resistirme cuando paso frente a un kiosko, excepto cuando estoy muuy apurada, de parar y dar una miradita rápida para ver si hay algo nuevo que me pueda interesar.

No soy una lectora fiel, por ello no soy fan de las suscripciones. Me gusta dejarme llevar. Solo ayer me acerqué a un kiosko a ver qué había, y un poco curiosa con esto del lanzamiento de la revista OK! en España me terminé comprando dos ejemplares de dos revistas diferentes! Y esas dos no son ni ahí las mismas que las que compré el mes pasado. Ni posiblemente las que compre el mes que viene.

Es una locura, ya lo sé, pero lo tomo como una inversión porque es mi trabajo, y es que el promedio que compro de revistas mensualmente debe de rondar en 3.

No todas la veces mi curiosidad termina en compra, pues me puede pasar que nada me tiente. O que me termine convenciendo de no comprar, porque aún no terminé la última que compré (jaja) o tenga algún libro por la vuelta para acabar de leer. Lo que sí tengo claro es que si una revista viene con promoción es probable que la descarte.

Que me regalan un bolso, una camiseta, un paraguas. Sinceramente en mi caso, en vez de funcionar como “razón de compra” la mayoría de las veces me tira para atrás. Pero es que no sé qué hacer con las cosas que regalan. Me generan un problema. Las cosas que vienen con la revista nunca son del todo de buena calidad, ni de mi estilo. Y a pesar de que sea muy chulo que la revista venga con una camiseta diseñada por Angel Schlesser, no me gusta pensar que me la pongo y todo el mundo va a saber que compré la revista “Hola” (por nombrar un caso).

La última vez que compré una revista con promoción fue la de fin de año de Vogue, y la compré porque venía con una agenda, que además de ser muy linda, me venía muy bien. Pero a pesar de que me gusta mucho, ya me está pesando el no poder llevarla por ahí, porque el plástico de la tapa desde el primer día se empezó a despegar y ya no queda muy prolijo. Tal vez sea sólo en mi caso, ojalá.

Por eso yo me quedo con la versión mini que sacan muchas revistas, ideales para llevarlas en el bolso y leerlas en el metro o en una fila de espera. Me encantaría que todas las revistas hicieran esto, es decir, sacaran una versión apta para las NO seguidoras de promociones. Y tengan las dos cosas. Pues entiendo que a mucha gente le encante, pero yo termino no leyendo revistas como la InStyle de este mes, por esta simple razón.

Entiendo que mi perfil debe ser un poco raro. Pero para mi cada revista además de entretenerme, es un caso de estudio. Las leo como si fueran libros de principio a fin y casi casi artículo por artículo. Con el tiempo, o mejor dicho, con la falta de tiempo esta manía la he tenido que ir puliendo, y a veces alguno que otro me lo salto. Las analizo, comento las notas, las marco, me río y a veces hasta me indigno o critico si algo no me gusta. Soy así, qué le voy a hacer. Y hasta mi marido ya lo aceptó. Pero soy una mujer simple que no me van las promociones. ¿No puede ser tan loco, no?

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